domingo, 3 de febrero de 2013

CORAZÓN DEL ATLETA El corazón de atleta es más grande y más lento que en una persona no entrenada. Esto es muy bueno porque significa que es más eficiente ya que al aumentar de tamaño bombea más sangre con cada latido y con menos latidos por minuto le alcanza para que todas las células del cuerpo reciban la sangre que necesitan. Hace 40 años esto no se sabía muy bien. Me acuerdo que River, allá por los 60, había comprado en una cifra record para la época, a un jugador uruguayo, Roberto Matosas, pero no pasó el examen médico creyéndose que tenía alteraciones en el corazón. Finalmente se aclaró el tema (gracias al maestro Dr. Cossio) y siguió jugando al fútbol por muchos años más. El problema que confundía a los médicos era que un corazón enfermo también es más grande y más lento que uno normal. El corazón enfermo agranda su tamaño aumentando el grosor de las paredes de los ventrículos porque al no tener la fuerza de bombeo necesaria se hipertrofian las fibras musculares sanas que le quedan para compensar esta dificultad. La disminución de la frecuencia cardíaca (bradicardia) en el corazón enfermo se debe a trastornos de la conducción del impulso eléctrico que provoca las contracciones. El latido es provocado por un impulso eléctrico originado en el marcapasos natural que está en la aurícula derecha (nódulo sinusal) y se propaga por un camino predeterminado para que la contracción de las cavidades cardíacas se hagan de tal manera que primero se contraen las aurículas y luego los ventrículos permitiendo la circulación de la sangre en la dirección adecuada. En el corazón que tiene antecedentes de isquemia este camino por el que corre este impulso eléctrico está alterado y se manifiesta en el electrocardiograma por un retardo en la velocidad del mismo (retardo en la velocidad de conducción). La razón de los cambios que se producen en el corazón de un atleta es que este se adapta a los esfuerzos físicos que se repiten con una determinada intensidad, duración y periodicidad en el tiempo, lo que se denomina entrenamiento. Al realizar esfuerzos físicos la demanda de oxígeno por parte de los músculos es mayor y para cumplir con este requerimiento primero el corazón aumenta la frecuencia cardíaca y luego al continuar con el entrenamiento aumenta el tamaño de las cavidades, principalmente el ventrículo izquierdo, logrando mayor volumen de sangre con cada contracción. A esto se le agrega el aumento del tamaño de las fibras musculares que le dan más fuerza a cada contracción llevando a una disminución de la frecuencia cardíaca. Estos cambios se acompañan del incremento del tamaño de los grandes vasos arteriales, venosos y por supuesto de las coronarias. ¿Para que sirve el corazón de atleta? Es un corazón más sano que en reposo trabaja con menos esfuerzo, y al estar entrenado resiste mejor los ataques que más dañan al hombre moderno : el stress. sergiodevich.com.ar Share on email Share on print

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