jueves, 9 de febrero de 2012

La importancia del pensamiento
La práctica deportiva, se encuentra íntegramente relacionada en numerosos aspectos con la fuerza emocional y psicológica que aporta el pensamiento y la motivación de cada deportista.

En la actividad de correr la automotivación y el control del pensamiento juegan un importante papel, como herramienta de impulso para cualquier carrera. Al tratarse de una actividad que puede tener movimientos repetidos y constantes, muchas veces la rutina y la repetición del contexto donde se realizan los entrenamientos y las prácticas habituales, pueden incidir de modo negativo en la fortaleza y constancia del corredor. Por esta razón, trabajar sobre la importancia del pensamiento es particularmente interesante. Los corredores desarrollan diferentes estrategias que pueden adquirir una importancia determinante si se trata de avanzar con fines profesionales hacia competencias de fondo.

Diferentes estrategias
La eliminación del estrés y la repetición cotidiana de la rutina deportiva significa que cada corredor ha de definir una estrategia progresiva donde se incluyan las motivaciones personales y los objetivos que se pretenden alcanzar durante una competencia. El corredor de fondo tiene como desafío particular obtener una fortaleza muscular importante en sus miembros inferiores y alcanzar una resistencia que permita cubrir una distancia superior 42 kilómetros para cubrir los objetivos básicos de carrera. Si bien estos objetivos pueden convertirse en un gran obstáculo de superación personal para cada deportista desde los entrenamientos, ha de plantearse una estrategia adecuada que permita administrar de un modo positivo el pensamiento frente al esfuerzo y de este modo se logra una motivación constante como fuerza de auto superación. Dirigir el pensamiento positivamente durante los momentos más críticos en la prueba de maratón puede convertirse en una importante herramienta para superar el muro en los momentos claves de la prueba.

La superación personal
Frente al cansancio y las diferentes situaciones de motivación que se presentan como obstáculo a la carga de fondo, el deportista tiene la oportunidad de aplicar lo aprendido en los entrenamientos como una abstracción del pensamiento y trasmitir este optimismo a la fuerza muscular de los miembros inferiores y el desplazamiento del organismo de forma integral.

Hay que trabajar sobre las capacidades psicológicas y emocionales de cada corredor, pues significa una valiosa oportunidad de desarrollar factores de automotivación constantes que posteriormente pueden ser determinantes en el desarrollo de una competencia de fondo.

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