miércoles, 6 de agosto de 2014

LESIONES: RODILLA DE CORREDOR El síndrome de dolor patelofemoral es muy común en corredores. Por qué se produce y cómo tratarlo. Las rodillas están entre las articulaciones más sensibles en los corredores, y son unas de las zonas donde se producen más lesiones. A su vez, la lesión de rodilla más común en corredores es el síndrome de dolor patelofemoral (SDPF), también conocido como “rodilla de corredor”. Lo raro del SDPF es que no está asociado con ningún daño estructural en algún área específica de la articulación. La lesión se define sólo por el síntoma, el dolor, que usualmente se manifiesta justo debajo de la rótula. Los ortopedistas solían asociar al SDPF con la condromalacia, una enfermedad en la que se degenera un cartílago ubicado en la parte posterior de la rótula. Pero algunas investigaciones demostraron que la gente que tiene condromalacia a menudo no presenta SDPF, y pacientes con SDPF a menudo no tienen condromalacia, por lo que se determinó que son independientes entre sí y su coexistencia no significa correlación.También se solía creer que la causa principal del SDPF estaba en el mismo lugar donde se manifiesta el problema, en la rodilla. Pero ahora parece que la causa más común de SDPF está relacionada con la debilidad en la musculatura de la cadera. En la fase de apoyo al correr, cuando un pie está en contacto con el suelo los músculos en la parte externa de la cadera trabajan para evitar que el cuerpo se incline hacia el lado de la pierna que está en el aire. Si esos músculos no pueden hacer su trabajo correctamente, la pierna entra en un valgo (desvío hacia un costado) para compensar. Esta mala adaptación a la falta de estabilidad de la cadera deriva en daños y dolores.Científicos de la Universidad de Calgary analizaron a veinticinco corredores, quince con casos de SDPF, y diez que no sufrieran esta lesión. Los que tenían SDPF realizaron ejercicios para fortalecer los abductores de la cadera, y los demás no. Los investigadores midieron antes y después de los ejercicios la fuerza máxima de esos músculos, el grado de valgo en las rodillas, y el dolor que manifestaban los corredores. Después de los ejercicios, la fuerza muscular en los lesionados aumentó, y el dolor fue desapareciendo. La conclusión, ahora obvia, es que los ejercicios de fortalecimiento en los músculos abductores de la cadera son una buena forma de tratar el SDPF.

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