miércoles, 30 de julio de 2014

LOS PELIGROS DE LA SOBREHIDRATACION Al entrenar perdemos líquido y debemos reponerlo. Pero hay que tener cuidado de no excederse, porque la sobrehidratación puede ser mucho peor que una deshidratación leve. Los atletas que toman excesivas cantidades de agua para compensar el líquido perdido durante el entrenamiento se están poniendo en un riesgo igual al que se exponen aquellos que no se hidratan lo suficiente. Durante el ejercicio, como sabemos, el calor corporal aumenta y, con ello, aumenta también la pérdida de líquido a través del sudor. Con esa transpiración se van electrolitos y otros fluidos importantes, que te pueden llevar a la deshidratación, provocando un impacto negativo en tu performance y causando problemas de salud. De los peligros de la deshidratación suele hablarse bastante, pero casi no se tiene en cuenta el peligro opuesto: la sobrehidratación, que puede ser incluso más peligrosa que la deshidratación, y puede conducir a complicaciones potencialmente mortales. ¿Qué es la sobrehidratación? En su libro “Anegado: El serio problema de la sobrehidratación en deportes de resistencia”, el fisiólogo e investigador en ciencias del deporte Tim Noakes sostiene que la pérdida de líquido en los atletas y una leve deshidratación es una parte normal del ejercicio, y que es un error adjudicarle a esta situación la culpa de enfermedades relacionadas al calor. Noakes sostiene también que la sobrehidratación es una condición seria y común en atletas de resistencia, que toman líquido en exceso y caen en la hiponatremia. La hiponatremia provoca un descenso en los niveles de sodio en sangre, lo que deriva en otras complicaciones. De hecho, en el maratón de Boston de 2002 se les extrajo sangre a casi quinientos corredores, antes y después de la carrera, y se vio que la mayoría tenía bajos niveles de sodio por haber tomado demasiada agua. Los que colapsaban o perdían el conocimiento luego de llegar a la meta, o se veían confundidos luego de la carrera estaban intoxicados por beber agua en exceso. Ninguno de los que tenía cierta deshidratación sufrió algún problema de confusión ni de síncope. Hacé los cálculos El cuerpo puede absorber, como máximo alrededor de 600 mililitros por hora, y excretar entre 600 y 800 mililitros en ese mismo lapso. Entonces, de acuerdo al American College of Sports Medicine, los atletas deberían tomar entre 125 y 250 mililitros cada 15 o 20 minutos de ejercicio. Tomar líquido continuamente por encima de esta escala podría llevarte a la sobrehidratación. Si no estás calculando cuánto líquido tomás, deberías hacerlo, y también podrías estar atento a los síntomas de la hiponatremia: Náuseas, vómitos, dolor de cabeza, confusión, fatiga, pérdida del apetito, debilidad muscular, calambres, inquietud e irritabilidad.

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